Vivir el voluntariado

Una buena amiga siempre dice que los voluntarios y voluntarias internacionales somos unas personas privilegiadas  ya que tenemos la oportunidad de ver, sentir, compartir y vivenciar lo que pasa en el terreno. Los voluntarios/as vemos de primera mano cómo funcionan los proyectos, cómo estos proyectos transforman  y cómo la gente puede mejorar un poquito sus vidas. Otro de los privilegios de estar aquí es poder vivir en comunidad, junto a las Hermanas que generosamente nos abren no solo sus puertas, sino también sus corazones y sus vidas. Compartimos y aprendemos de su día a día, siendo testigos de su amor incondicional hacia las familias del barrio.En estas semanas recorriendo los caminos de tierra sentimos cercanía con las personas que nos vamos cruzando, ya que nunca falta una sonrisa, un apretón de manos ni un saludo cariñoso.Ya tenemos un poquito de nosotras aquí, nos sentimos como en casa, nos hemos hecho con el cariño de  los peques del cole y de los chavales del centro, hemos aprendido algunas palabras en suajili y chapurreamos el  spanglish.Mañana empieza nuestra última semana y seguro que estará llena de risas, juegos, bailes y muchas cosas más que os iremos contando.